viernes, 1 de octubre de 2010

Mañana de aguja..

A veces regreso a ese olor a aguja de recuerdos en blanco y negro, con bouquet  de madera parisina, y espacios sin letras de caminos de polillas que nunca se a donde van.

Una ventana de sol me trae saudades de mis caminatas en Buenos Aires  y sus cortinas cerradas me recuerdan un par de líneas que le escribí ayer  y que quisiera ordenar, o tal vez para mis gustos pueriles, desordenar.

El sonido delirante de la sordina de Miles me trae de vuelta a mi realidad que me repite que no soy más que la imaginación de pensamientos que hoy se han llenado de compases de silencios y puntos suspensivos…